martes, 28 de octubre de 2008

Desde el cuero del sillón…con el mando a distancia

Ahora voy a parar, todo lo verdadero esperará.

Me interesa en el arte, ese ver y sentir, cada vez un poco más, hasta el agotamiento.

El arte me gusta caliente, pesado, es decir más humano, más universal.
Y la idea es crear a través de nuestras canciones una reacción en cadena que permita a las personas sentir algo, colmar sus deseos creativos y alejarse del vacío emocional que parece tan habitual en los tiempos modernos. Ese vivir en una burbuja triste, ese cada día ir al mismo lugar, a la misma hora, y para hacer lo mismo.

Por eso a veces nuestras canciones dan esa sensación de estar perdidas, y es algo que suelo potenciar ya que aporta más nivel al conflicto. Pero estas, tiene algo tan atractivo como romántica, y sobre todo, son muy éticas.

¿Qué sucede dentro de nosotros cuando nos enamoramos?

viernes, 17 de octubre de 2008

creí que jugar con fuego era otra cosa...

“El lunes pasó por tu casa”. Me dijo ella con el insomnio que deja estar toda la madrugada dándole a los tragos. Yo, supe que no iba a ser así, ella no iba a pasar el lunes, ni por mucho que tuviera ganas. No habló de que haya tenido otros ejemplos, ni sea un experto en el juego y sus leyes. Solo que, sabía muy bien, lo mal que habíamos estado en esa felicidad. Cuando me metí en la cama, sonó dos veces el celular. Tenía dos mensajes. Me aferré a las sabanas y, desde las tinieblas, desde esa fantasía que era la noche eterna, cerré aun más los ojos. La primavera, siempre la primavera. Como que uno quiere convencerse y, por más que haya sido un largo día, es primavera. Todo florece, poseído, sin excusas, con los nervios crecidos.
“La validez de no tener esperanzas puede ser una obra de arte”; me dije. Y más allá de las cosas, no tenía una forma concreta: como toda aventura.
“Yo puse las trampas, yo soy el único que puede caer entonces”; repetí hasta que me quedé completamente dormido. Puede que los días cambien, y nada sea igual; pero no es casual que lo inesperado siempre este a nuestro lado. Esa sombra, esas arenas movedizas que son invisibles y el tiempo las deriva en lo surrealista de nuestra vida.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Soy rock

El auto no era nuestro, es decir, era robado. Lo primero es lo primero, por que tampoco no matamos a nadie y mira que hay gente que se lo merece, pero no, nosotros solo nos subimos a ese auto, “que ya se que no es nuestro” y bueno, es nuestra existencia y nos subimos a ese auto y arrancamos y no se nos olvido decir, que no es nuestro auto, que es robado. Lo dijimos.
El sol flotaba drogado en el cielo de los muertos de todos los putos días. Íbamos ahora en el coche robado a robar un cerdo, para coronar el comienzo de un fin de semana de película. El granjero se comió semejante saque por hacerse el chorizo, “que quedo aplaudiendo con las orejas”, después de ese palo se quedo tranquilito. Puede que haya estado mal, pero le afané una par de hojitas de afeitar, no es cosa de salir como un gato viejo. El vino era un trapiche de la cosecha del 81, “del día que yo necesite y nadie me necesito, ni mi vieja. Nací y me dieron a la vida y chau”. También nos llevábamos un par de embutidos caseritos y galleta. Ahora el sol estaba completamente dado vueltas, como nosotros, en ese coche con un cerdo muerto en el baúl. Trescientos Km. Hicimos, y paramos. Nos mandándonos por una tranquera abierta al medio de un bosque en el medio de un campo. El sol ya estaba afónico y mañana podía ser un gran día, solo si el gallo se sacaba cuando lo presentase. Ahora el fuego de las brazas nos estaba dando calor y el chancho colgaba estacado medio metro arriba de la tierra que gira y gira. El vino y la marihuana nos dejaba los labios morados y en los ojos todo el rojo y todo el sueño del guerrero. “No será un bosque encantado, pero es un bosque”, dijo el negro. Y todos entendimos lo absurdo, y todos vimos un búho (que bicho raro) largarse al aire y a perderse por los árboles. El rengo decía que “si el chancho se cocinaba y quedaba rico” él iba a dar la solución para arreglar el mundo. Marcos se lamentaba de no a ver manoteado las botellas de tequila que tenía el granjero y ahora decía en vos alta “que no tengo perdón, joder”. Yo, estaba tocando la guitarra, haciendo acordes, embrujado y salvaje. “Tócate Sin documentos”, me pidió el rengo echando brazas, y ahora poniendo el chancho sobre una chapa para ver si así funciona.

viernes, 3 de octubre de 2008

Poner por escrito lo que el amor vuelve imposible de decir….

¿Podré volver a beber lejos de mi linda fugitiva…?
Lejos de mi chica punk…
Lejos de su improvisada cama para amarme…
Y volver a sentir que nada nos separa.
Nada nos separa…

¿Después del caos encontrare nuevamente tu universo?
De canciones de los Beatles…
Gatos…oleos…pársec y cine psicodélico…
Para volver a sentir que amanecer con vos es entenderlo todo.
Es entenderlo todo…

Si no sabes donde ir…te estas sintiendo como yo…

Tendremos que aprender a vivir con lo que fuimos…
Tendremos que aprender a vivir…